Pascua es dar un paso, es avanzar, es atravesar lo que tiene dificultad y en ocasiones lo veo imposible. La Pascua 2025 nos debe marcar en dar el paso de la firmeza a ser Elisanos de esperanza, de fe, siempre alegres, disponibles para servir, sumergidos en la oración, iluminados por la Palabra, con corazón evangelizador y animador…. Una pascua que marque huella, que nos vean siempre resucitados y resucitadores. Vivimos una pascua donde el Papa Francisco nos dejó una marca: Fieles hasta el final, darlo todo por el Evangelio y el pueblo de Dios, con mirada cansada pero endiosada, con paso lento pero firme, con dificultad para bendecir pero fuerte para animar… Una pascua que no la podemos dejar pasar como cualquier acontecimiento más, sino como una exigencia para mi vida espiritual ¿en qué debo dar el paso? ¿como debo darlo? ¿Para dónde voy? ¿Qué estoy aportando a mi hermano que me necesita? Somos peregrinos de la esperanza y un peregrino poco se detiene siempre camina, evangeliza, anima y se hace el acogido para evangelizar y dar a conocer la Palabra. Está parte del pregón pascual nos debe mover el piso, el alma y nos debe motivar al amor verdadero con Jesucristo:
¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad!
Meditemos, oremos y evangelicemos que Cristo Vive, está en y con nosotros y esa es la Verdadera Pascua, el verdadero paso de Cristo en cada uno de nosotros. Para todos siempre vivamos en permanente alegría.
¡Dios los bendiga!
Fraternalmente,
Hermana Martha Lucía Cruz Sánchez
Superiora General
